La Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) de EE.UU. ha aprobado el uso de drones para enviar medicamentos a zonas rurales de difícil acceso en el territorio nacional. Durante su primer vuelo se llevaron 4,5 kilogramos de suministros médicos a un centro de salud de Virginia.
La clínica a la que se han enviado las medicinas presta servicio a más de 3.000 personas y se encuentra en el condado de Wise, en Virginia. Hasta ahora, la única forma de llevar suministros sanitarios hasta el centro de salud era a través de carreteras rurales en malas condiciones, y la entrega tardaba en realizarse una media de 90 minutos, siempre y cuando no se produjeran cortes en la vía. Esta clínica puede recibir los fármacos que necesita ahora en poco más de tres minutos.
En este primer envío piloto, que ha sido llevado a cabo por la empresa australiana Flirtey, se transportaron las medicinas desde el punto de recogida en el aeropuerto de Lonesome Pine hasta el centro de salud, lo que comprende una distancia de unos 56 kilómetros.
Los drones de Flirtey pueden transportar un peso de unos 2,5 kilogramos durante aproximadamente 30 kilómetros antes de que sus baterías necesiten cambiarse. Están fabricados en Nevada y sus componentes están hechos en fibra de carbono, aluminio y partes hechas con una impresora 3D, como la caja en la que se guarda el material sanitario.
Los aviones no tripulados de esta empresa australiana fueron diseñados desde un primer momento para la entrega de ayuda humanitaria, como alimentos y suministros médicos, y después la compañía ha considerado emplearlos también para entregas de las compras en Internet.
Esta primera entrega piloto ha sido autorizada por la FAA, y cualquier otra de las mismas características deberá ser gestionada por este organismo, ya que la legislación actual impide a los drones volar sobre las personas y en las ciudades más allá de la vista de la persona que maneja el aparato.
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