La instalación domótica en inmuebles españoles usados ha pasado de suponer el 15% de la actividad de este segmento tecnológico hace seis años al 36% en la actualidad. ¿La causa? El pinchazo de la ‘burbuja’ del ‘ladrillo’, según un informe de la patronal del sector.
En un encuentro con los medios, la directora de la Asociación Española de Domótica (CEDOM), Marisol Fernández, ha asegurado que el sector ha «frenado» este año 2011 su caída, relacionada con el descenso de la construcción de vivienda nueva.
El informe, elaborado con información histórica aportada por empresas de esta patronal, muestra que la facturación de la industria española de la domótica ha pasado de 210,18 millones de euros en 2008 a 144,42 millones en 2010. Asimismo, prevé para 2011 un incremento del 2,9% hasta los 148,61 millones de euros.
No obstante, ha precisado Fernández, algunas empresas del sector contactadas por CEDOM han rebajado las perspectivas a una horquilla entre el -3% y el 3%. La industria pasó de dar empleo a 10.000 personas en 2006 a 8.571 trabajadores en 2010, ha añadido.
Además, con respecto al grado de penetración de la domótica en las viviendas nuevas, se ha pasado del 4% equipadas con estos sistemas sobre el total de las edificadas en 2004 al 8,2% de 2007 y al 8,6% de 2010.
El vicepresidente de CEDOM, Álvaro Rom, ha explicado que las soluciones de domótica instaladas en una vivienda piloto han conseguido ahorros en el consumo eléctrico de «cerca del 40%», lo que puede suponer entre 800 y 900 euros menos en la factura anual.
Además, otro proyecto piloto de domótica para la gestión de la climatización y la iluminación del Ayuntamiento de Lorca (Murcia), ha generado ahorros «del 28% aproximadamente», ha dicho.
«El futuro -del sector- va a estar en la eficiencia energética», ha vaticinado, lo que «tiene sentido» en opinión de Marisol Fernández, ya que la Administración está dando «muchas ayudas» a este tipo de iniciativas.
La legislación comunitaria, ha agregado Ros, reclamará en los próximos años avances hacia el «consumo cero» en edificios oficiales, de oficinas y en viviendas de nueva construcción, lo que incluye la instalación de paneles solares pero también de soluciones de ahorro energético.
FUENTE: El Mundo