¿Cómo almacenar Energía Solar a largo plazo?

La energía proveniente del Sol es abundante y barata, nuestra estrella es el origen de toda vida en nuestro planeta, y resulta imprescindible para su sustento. Sin embargo, su utilización con fines industriales o particulares es algo más restringida. Aunque la producción de energía solar en nuestro país ha recibido un impulso decisivo en los últimos años, no deja de manifestar inconvenientes, como su dificultad de almacenamiento a medio y largo plazo.

Sin embargo, parece que se están dando los pasos necesarios para que esto sea posible. Junto a las mejoras de los paneles fotovoltaicos, que cada poco tiempo multiplican su capacidad de generación eléctrica, se avanza hacia el almacenamiento químico de la energía del Sol, para que después pueda ser utilizada. Esto resolvería de un plumazo muchos de los problemas energéticos existentes.

Almacenar el calor del Sol de forma química en vez de convertirlo en electricidad o de almacenar el propio calor en un acumulador, tiene ventajas significativas, pues, en principio, el material químico puede permanecer almacenado durante mucho tiempo sin perder energía. Con esta tecnología, sería posible recargar de calor estival las estufas que se pondrían en marcha en invierno.

Los materiales químicos pueden almacenarse durante mucho tiempo sin perder energía. Un calentador de agua que use energía química podría ser recargada en verano y utilizada en invierno. La idea de almacenar la energía del sol en compuestos químicos no es nueva, sin embargo, había dificultades, ya que éstos se degradan a cada recarga, o necesitan del rutenio, de alto coste de producción y poco habitual.

Sin embargo, el equipo de Jeffrey Grossman, del MIT, ha descubierto ahora nuevos materiales mucho más baratos, que podrían simplificar y abaratar la tecnología. El mejor candidato se fabrica con nanotubos de carbono (tubos de carbono puro) en asociación con un compuesto, el azobenceno. Estas moléculas nanométricas tienen nuevas propiedades, que permiten almacenar la energía solar.

Y no sólo es más barato, sino más eficiente. Su densidad energética es comparable a la de las pilas de ión-litio. Bienvenidos al futuro…

 

Fuente: Diario Ecología

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