Podríamos definir la domótica como la integración de la tecnología en el diseño inteligente de un recinto cerrado. Es decir, es el conjunto de sistemas capaces de automatizar una vivienda, aportando servicios de gestión energética, seguridad, bienestar y comunicación, y que pueden estar integrados por medio de redes interiores y exteriores de comunicación, cableadas o inalámbricas, y cuyo control goza de cierta ubicuidad, desde dentro y fuera del hogar.
Si lo extendemos a un conjunto de viviendas (un edificio por ejemplo) llegamos a la Inmótica. Por este término entendemos la incorporación al equipamiento de edificios de uso terciario o industrial (oficinas, edificios corporativos, hoteleros, empresariales y similares), de sistemas de gestión técnica automatizada de las instalaciones, con el objetivo de reducir el consumo de energía mejorando la eficiencia energética, aumentar el confort y la seguridad de los mismos.
Entenderemos que un edificio es «inteligente» si incorpora sistemas de información en todo el edificio, ofreciendo servicios avanzados de la actividad y de las telecomunicaciones. Con control automatizado, monitorización, gestión y mantenimiento de los distintos subsistemas o servicios del edificio, de forma óptima e integrada, local y remotamente. Diseñados con suficiente flexibilidad como para que sea sencilla y económicamente rentable la implantación de futuros sistemas.
Si esta idea la extendemos a toda una ciudad, hablamos de Urbótica, pero ¿qué incluye este concepto?
Una buena síntesis es definirla como la integración de la tecnología en el diseño inteligente de una ciudad. En España se están haciendo las primeras experiencias en este sentido con detectores de humedad desplegados por toda una ciudad, controlados en tiempo real por los sistemas de urbótica, se toman decisiones como activar o no el riego en parques y paseos públicos, ahorrando una importante cantidad de agua.
Otras aplicaciones que actualmente se están utilizando son el servicio de recolección de basura y monitorización del tráfico urbano. En el primero dispone de una serie de indicadores que avisan cuando el contenedor está lleno, y en el segundo caso la urbótica ayuda con el aviso ante cualquier incidente en la circulación (sin necesidad que un operador esté viendo las imágenes).
Un excelente ejemplo de sistemas integrados es el nuevo centro de operaciones que IBM está montando en Río de Janeiro con vistas al Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos de 2016, cuya misión será consolidar la información de diversos sistemas del municipio para permitir la visualización, el monitoreo y el análisis en tiempo real. El sistema fue diseñado inicialmente para la previsión de inundaciones y emergencias relacionadas, pero puede extenderse a cualquier hecho que ocurra en la ciudad, desde incidentes en la playa de Copacabana, hasta la salida de los espectadores de un partido de fútbol en el Maracaná o un accidente de tránsito. El centro permitirá a los responsables de la ciudad tomar decisiones en situaciones de emergencia, en base a información en tiempo real.
Quizá aún tu ciudad no esté a este nivel, pero seguramente falte menos que lo que te parece para que todos vivamos en ciudades inteligentes y urbóticas
Fuente: Infonegocios