Un grupo de investigadores españoles, con los que colabora la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), ha desarrollado una nueva bombilla de tecnología LED que permite su implantación en sistemas de iluminación existentes a un coste muy bajo y lo conjuga con la mejor tecnología y la máxima calidad.
Según ha explicado el catedrático de Óptica de la Universidad de Vigo, Humberto Michinel, se trata de un modelo que garantiza que nunca se sobrepasa la tolerancia de calor, de forma que su vida real sea las 55.000 horas (unos 15 años) previstas para los LED, lo que unido a su bajo coste le da «un mayor valor añadido».
«El problema de los LED es que es necesario controlar la temperatura para que no se fundan. Hemos simulado por ordenador las condiciones por las cuales un LED en contacto con un disipador mantendría la temperatura óptima y hemos desarrollado una estructura fácil de implementar en una luminaria existente».
Con estos cálculos han hecho un prototipo, que está en fase de producción y comercialización a través de la empresa Energesis, surgida de la UPV y que coordina la prueba piloto que se desarrolla en el municipio valenciano de Aldaia, donde se han colocado estas bombillas en las luminarias de varias calles para comprobar que el impacto en el ahorro energético puede superar el 70 %.
El profesor del Grupo de Modelización Interdisciplinar de la UPV Pedro Fernández de Córdoba se ha mostrado convencido de que se trata de una «revolución» en el mundo de la iluminación, como la que supuso «empezar a usar bombillas de filamento en vez de petróleo». Fernández de Córdoba ha explicado que se trata de esta nueva bombilla es una «solución interesante» desde el punto de vista calidad-precio porque su implantación tiene un «bajísimo coste» y una «solución tecnológicamente impecable» porque «garantiza su funcionamiento durante mucho tiempo».
Un ahorro de 1.000 millones de euros
Según ha explicado Michinel, recientemente nombrado vicepresidente de la International Commision for Optics (ICO) y coordinador de la investigación, han conseguido «optimizar la estructura necesaria para que la bombilla funcione todo el tiempo que puede funcionar un LED». En España, ha indicado, existe una media de una luminaria por cada cuatro habitantes -«más o menos como en el resto de Europa»-, lo que supone 9 millones de puntos de alumbrado publico y un gasto de unos 1.000 millones de euros al año en iluminación publica.
«Con este producto el ahorro sería de un 80 % del consumo».
«Lo importante es que el cambio a esta tecnología tiene que ser lo más barato posible; por eso, hemos ido a un modelo de iluminación con LED que no implique el cambio de la luminaria y sea mínimamente invasivo con la estructura existente», ha concretado. Además, ha destacado que la tecnología LED produce gran cantidad de luz «de manera direccional», lo que supone que alumbra al suelo y no hacia todos los lados como la bombilla tradicional, por lo que también contribuye a rebajar la contaminación lumínica.
Según ha pronosticado, «de aquí a cinco años», las bombillas con filamentos habrán pasado a la historia y, aunque dependerá de la rapidez con la que los agentes atiendan estos cambios, los LED serán la tecnología dominante en iluminación.
FUENTE: El Confidencial