La tecnología Blockchain, y su uso asociado a distintas criptomonedas como Bitcoin o Ether, colman las portadas de revistas, llenan nuestros timelines de publicaciones relacionadas, e incluso aparecen como alternativas al sistema financiero actual.
Pero, ¿qué hay detrás de esta estructura de datos? Seguro que todos hemos escuchado alguna vez la palabra “Blockchain”, pero ¿sabemos en qué consiste verdaderamente una cadena de bloques? En este artículo vamos a explicar en que consiste y que posibilidades, además de las citadas criptomonedas, ofrece.
¿Qué es Blockchain?
Es una tecnología que nace en 2009 con la famosa criptomoneda Bitcoin, y permite que dos o más entidades que no tiene relación de confianza entre ellas puedan establecer relaciones (de cualquier tipo) sin necesidad de un tercero de confianza, por un canal que además no tiene por qué ser seguro.
Tiene tres características principales:
- Es inmutable, lo que está escrito en la cadena de bloques no puede alterarse ni modificarse.
- Es una estructura descentralizada de datos.
- Todos los datos de la cadena llevan asociados su fecha de incorporación
En la siguiente tabla podemos ver una comparativa entre una base de datos tradicional y una cadena de bloques:
Las bases de datos tradicionales se basan en un modelo centralizado, donde el Tercero de Confianza suele ser un organismo público, p.e. el Banco de España para transacciones económicas, que regula y establece mecanismos de confianza entre las partes implicadas en cualquier transacción.
Sin embargo, la tecnología blockchain utiliza un modelo distribuido, en el que cada entidad participante posee una copia del registro de transacciones y no es necesaria la intervención de ningún organismo que regule la transacción, sino que la propia cadena de bloques proporciona la confianza necesaria para la ejecución de la transacción sin intermediarios.
En la cadena de bloques las entidades generan transacciones, que son firmadas con criptografía de clave pública, y los mineros (operadores de la cadena de bloques) las agrupan en bloques siguiendo unas reglas definidas, estos bloques son los eslabones de la cadena, unidos unos con otros mediante una función de hash (código que contiene información cifrada del bloque anterior).
Aplicación del modelo BlockChain a los Smart Contracts
Un Smart Contract o Contrato Inteligente es un programa informático que facilita, asegura, hace cumplir y ejecuta acuerdos registrados entre personas y/o organizaciones.
Realmente funcionan como la sentencia if – then de cualquier lenguaje de programación, pero con la salvedad de que interactúan con activos reales, ya que cuando se dispara una condición pre-programada, el contrato inteligente ejecuta la cláusula contractual correspondiente.
En el ejemplo anterior, Alice inicia el proceso de compra, enviando ether (criptomoneda) al contrato, que lo retiene y realiza el pedido.
Bob al recibir el pedido envía el bien que Alice ha comprado, e involucra al oráculo (un servicio que provee información confiable) que bien puede ser un sensor IoT, que en caso de afirmar que el producto se encuentra en el destino, liberaría el ether que Alice depositó en el contrato para que Bob cobre su venta.
Esta tecnología de Smart Contract tiene multitud de aplicaciones. Una de ellas es la compra de nuevas explotaciones agrarias entra particulares. Esta tecnología le permite al comprador, además de realizar la propia transacción económica, conocer las acciones que ha realizado el vendedor sobre la misma parcela antes de la compra con información fiable. Esta es una de las aplicaciones de Agrotente: una herramienta que, mediante una App móvil, una web y un conjunto de sensores instalados en cada explotación, permite al agricultor registrar los tratamientos y trabajos que realiza sobre cada parcela. En futuras publicaciones en este blog detallaremos las funcionalidades de Agrotente.